ESTADO o EMPRESARIOS
El Estado Español Autonómico no ha sido efectivo. La mayoría de las 17 autonomías han derrochado como quien ha heredado un patrimonio sin haber trabajado.
El caso de Navarra ayuda a entender la importancia de una administración moderada y seria. Yo conocí cómo se trabajaba en la Diputación Foral y de Navarra. Eran serios y no despilfarradores. Su identidad era Foral, antigua. No demasiado política.
¿Y la Nación? es un sentimiento que no administra. En Catalunya los años de la Generalitat de Jordi Pujol ayudaron a resucitar el ser catalán, hablarlo y crear símbolos. Pero apenas crearon estilo de gestión.
El nacionalismo catalán no ha conservado el prestigio del espíritu de trabajo e innovación de hace tres generaciones. Ahora, para salir de la crisis -a parte de los enchufes- no se confía en el Gobierno, ni en el de aquí y en el de Madrid.
Parece que vamos despertando y les hemos puesto a alentar los brotes de los jóvenes empresarios (Vid. L.V. 16-II-09). Pero, pero... los medios y los políticos creen que el renacer puede venir de los Despachos Públicos o de las fotografías de primera página. Las noticias olvidan que el valor de una empresarial sólo se sabe con los resultados. No antes.
¿Y el Estado?
Necesitamos un Estado pequeño -la Nación se lleva dentro- para que el Gobierno Central no dirija y deje hacer, como ya hicimos hace 150 años. Ahora son los jóvenes maduros quienes deben crear una nueva sociedad (Pos(T).
El Estado Español Autonómico no ha sido efectivo. La mayoría de las 17 autonomías han derrochado como quien ha heredado un patrimonio sin haber trabajado.
El caso de Navarra ayuda a entender la importancia de una administración moderada y seria. Yo conocí cómo se trabajaba en la Diputación Foral y de Navarra. Eran serios y no despilfarradores. Su identidad era Foral, antigua. No demasiado política.
¿Y la Nación? es un sentimiento que no administra. En Catalunya los años de la Generalitat de Jordi Pujol ayudaron a resucitar el ser catalán, hablarlo y crear símbolos. Pero apenas crearon estilo de gestión.
El nacionalismo catalán no ha conservado el prestigio del espíritu de trabajo e innovación de hace tres generaciones. Ahora, para salir de la crisis -a parte de los enchufes- no se confía en el Gobierno, ni en el de aquí y en el de Madrid.
Parece que vamos despertando y les hemos puesto a alentar los brotes de los jóvenes empresarios (Vid. L.V. 16-II-09). Pero, pero... los medios y los políticos creen que el renacer puede venir de los Despachos Públicos o de las fotografías de primera página. Las noticias olvidan que el valor de una empresarial sólo se sabe con los resultados. No antes.
¿Y el Estado?
Necesitamos un Estado pequeño -la Nación se lleva dentro- para que el Gobierno Central no dirija y deje hacer, como ya hicimos hace 150 años. Ahora son los jóvenes maduros quienes deben crear una nueva sociedad (Pos(T).
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